Bienvenidos al Blog del Partido Comunista del Municipio Los Guayos

El Material presentado en este Blog tiene como propósito ayudar a la formación de los camaradas de nuestro partido publicando temas vinculados con el momento que estamos viviendo. Para la ayuda de los camaradas visitantes estamos incluyendo etiquetas, las cuales los ayudaran en la localización del tema de su interes; los temas también están ordenados por fecha de publicación. En el Blog estamos también indicando el sitio donde lo pueden localizar para que pueda ser bajado de su fuente original y utilizado en charlas o cursos.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Alcides Rodríguez, 27 de septiembre de 1925, 84 años de su nacimiento

El 27 de septiembre de este año se estarán cumpliendo 84 años del día del nacimiento del camarada Alcides Rodríguez, quien fuera elegido diputado por el Estado Carabobo para el período 1973-1978. Por esta razón estamos montando en éste nuestro espacio, pcvlosguayos.blogspot.com, algunas lineas sobre la vida de éste publicadas en la recopilación de sus intervenciones en el congreso de la época que hiciera su hermana Briceida Rodríguez de Hernandez.

Estimados Camaradas:

    Después de largo tiempo, cumplo con el pedido que me fuera hecho por los camaradas Eduardo Gallegos Mancera, Trino Meleán, José Rafael Cortez, Otto Graterol Payares y Alonso Ojeda Olaechea, entre otros, de recopilar y transcribir las intervenciones en el Congreso Nacional de mi camarada y hermano Alcides Rodríguez Medina.

    No fue tarea fácil encontrar las intervenciones del diputado comunista, pero conté con la valiosa colaboración de las Taquígrafas Parlamentarias de la Cámara de Diputados Ana Teresa de Mendoza y Estrella Benacerraf, mis compañeras de trabajo, que esculcaron en los Diarios de Debates sus intervenciones, tampoco puedo dejar de mencionar a “Anita”, Ana Guanipa, Secretaria de la Fracción Parlamentaria del P.C.V.

    Junto a estas entrañables amigas nos dimos a la tarea de transcribir en máquina eléctrica sus ponencias en el año 1978.

    Para la digitalización del trabajo conté con la ayuda de Ronald Farfán, Thamarys Lanzón y Blanca Hernández, mi nieta.

    Gracias a todos por ayudarme a superar el dolor de los recuerdos. Tarea cumplida, con un abrazo evolucionario, hasta siempre…

Briceida Rodríguez de Hernández

CURRÍCULO
DR. ALCIDES RODRÍGUEZ.

    Nació en Valencia, Estado Carabobo el 27 de septiembre de 1925.

    Cursó estudios de primaria en el “Colegio Don Bosco” de Valencia en los años 1.934-1.940.

    En el Liceo “Pedro Gual”, inicia estudios de bachillerato, los cuales concluye en el Instituto Pedagógico.

    Ingresa a la Escuela de Medicina de la U.C.V. en 1.945 y se gradúa en 1.950.

    En Valencia, siendo aún estudiante de bachillerato, participa en la lucha política bajo de la dirección del Partido Comunista.

    Al trasladarse a Caracas, ingresa al Partido Comunista en 1.944, desarrollando su actividad revolucionaria en los barrios populares de la parroquia San Agustín. En 1.947, participa en el Congreso Constituyente de la Juventud Comunista. Es detenido por la Seguridad Nacional, policía política del Dictador Marcos Pérez Jiménez, en 1.953 y sometido a salvajes torturas, asombra con su valor y resistencia a los propios esbirros.

    Es trasladado a la Cárcel de Ciudad Bolívar, donde permanece varios años.

    Al recobrar la libertad se instala en la parroquia El Valle viviendo con su esposa e hijos en un barrio del sector.

    Se incorpora a la actividad política clandestina y despliega una intensa actividad en las juntas pro-mejores, atiende a la mayoría de sus pacientes sin retribución económica alguna, las madres en su agradecimiento toman su nombre “Alcides” para sus hijos. Es electo Concejal del Distrito Federal en 1.958 en representación del Partido Comunista. Forma parte del Comité Central desde el III Congreso del P.C.V.

    En 1.961 atiende a Livia Gouvernier, herida mortalmente por los batisteros. Este hecho, increíblemente, le acarrea un auto de detención.

    Ejerce la Secretaría General del P.C.V. en el Estado Carabobo, en la dura época de la clandestinidad y en la legalidad recobrada posteriormente en la década del 60.

    En el Estado Carabobo organiza férreamente el Partido Comunista, lo cual ha valido que la organización vanguardia de los trabajadores mantenga una notable influencia entre las masas de la región central del país.

    En 1.971, es electo miembro del Buró Político del Comité Central y pasa a ejercer la Secretaría General del Partido en el Distrito Federal, que hoy en su memoria lleva el nombre de Comité Regional “Alcides Rodríguez”.

    Es elegido Diputado al Congreso Nacional en las elecciones de 1.973. Destaca la fuerza de orador que imprimía a sus discursos, así también lo impresionante de Intervenciones del Diputado Alcides Rodríguez los mismos, siempre cargados de datos de valía y cifras de auténtica precisión.

    Además, debe mencionarse el conocimiento perfecto que tenía sobre sus idiomas. Era un políglota a carta cabal.

    Muere el 15 de agosto de 1.977, en la República Democrática Alemana; cuando realizaba una corta visita a ese país invitado por el hermano Partido Socialista Unificado de Alemania.

    Su muerte dejó un gran vacío en las labores de dirección del Partido Comunista, privó al pueblo venezolano de un brillante parlamentario, y causó hondo dolor entre sus camaradas y amigos.


PALABRAS PRONUNCIADAS POR EL PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS, DOCTOR OSWALDO ÁLVAREZ PAZ EN EL HEMICICLO DE LA CÁMARAS PARA RENDIR HOMENAJE ANTE LOS RESTOS DEL DIPUTADO ALCIDES RODRÍGUEZ, QUIEN FALLECIÓ EN ALEMANIA ORIENTAL EL DÍA 15 DE AGOSTO DE 1977.

    En mí condición de Presidente de la Cámara de Diputados voy a cumplir con el penoso encargo de despedir por última en este hemiciclo el colega y compañero de Cámaras Alcides Rodríguez.

    Cuando muere un parlamentario, la familia política venezolana sufre, porque esta es una familia que con sus diferencias, sus confrontaciones, sus debates ardorosos, sus grandes entendimientos, es una familia que vive y funciona. Y si el parlamentario muerto es el Jefe de una Fracción Parlamentaria y ha sido un eficiente trabajador, un excelente colaborador y un hombre apreciado, querido y respetado por todos, el dolor
necesariamente tiene que ser mucho más intenso.

    Aquí, en estas cuatro paredes, en este hemiciclo, de la representación popular, aprendimos a conocer en profundidad a Alcides Rodríguez. Lo veíamos intervenir casi todas las tardes, participar activamente en casi todos los debates, cumplir como el mejor, con todos y cada uno de los deberes correspondientes que representaba como Diputado por el Estado Carabobo y Jefe de la Fracción Parlamentaria del Partido Comunista. Bueno y noble, jamás le escuchamos una frase que pudiera herir, que pudiera ofender, que pudiera levantar alguna susceptibilidad en cualesquiera de sus compañeros de Cámara y eso le fue granjeando el reconocimiento y el testimonio general del Cuerpo. Buen amigo, leal colaborador, no regateaba (y eso lo viví yo, personalmente, en más de una oportunidad) el consejo oportuno, cuando los debates se hacían agrios y en la conducción de los mismos, necesitábamos en ocasiones orientación adecuada. Por eso y por mucho más sentimos esta pérdida como propia. Nos duele que Alcides Rodríguez no nos acompañe físicamente en las duras jornadas que aún tenemos que cumplir en este Parlamento, pero su ánimo, su espíritu, su fe inquebrantable, su vocación de trabajo, servirán de ejemplo y darán testimonios, el testimonio de su vida, el testimonio de su esfuerzo para los que continuamos la marcha desde este hemiciclo y para otros que en el futuro vendrán a ocupar las curules que hoy detentamos nosotros.

    Quiero, finalmente, expresarle al Partido Comunista de Venezuela nuestro sentimiento de solidaridad por esta perdida irreparable, para su señora esposa, para sus hijos, para sus familiares, el abrazo fraternal de quienes fuimos sus amigos, sus compañeros, colegas de Cámara y que lo apreciamos en todo cuanto valía.

    Con estas palabras, creo interpretar el sentimiento general de los colegas de la Cámara de Diputados y del Congreso de la República en general, para darle nuestro adiós de despedida al Honorable Diputado Alcides Rodríguez.


ALCIDES RODRÍGUEZ
I
Murió Alcides Rodríguez
guerrero comunista y discípulo fiel de Carlos Marx,
que con bisturí en una mano
y en la otra el manifiesto comunista, siempre nos quiso ayudar.
II
Luchó toda su vida
para crear la patria ideal
y sin embargo la muerte fría
hasta Alemania lo fue a buscar.
III
Alcides, compañero, camarada,
no creas que te vamos a olvidar
porque aunque el cuerpo se vaya
las ideas quedan para hacemos recordar
IV
Así como todo termina,
algún día nosotros nos hemos de marchar,
pero no antes de que nuestra patria sea libre,
así como tú la querías forjar.
V
Has muerto Alcides Rodríguez
guerrero comunista y gran discípulo de Marx
pero aún quedamos nosotros, para continuar la obra,
que la muerte no dejó terminar.


Alcides Rodríguez

Alcides Rodríguez y su esposa, Teresita

martes, 22 de septiembre de 2009

Alcides Rodriguez en el Congreso, 19 de marzo de 1975, ley orgánica de educación

Estamos subiendo a éste nuestro blog, pcvlosguayos.blogspot.com, la intervención del diputado comunista por el Estado Carabobo, Alcides Rodríguez, sobre la Ley Orgánica de Educación que se discutía en el congreso el 19 de marzo de 1975.

CONTINUACIÓN DE LA PRIMERA DISCUSIÓN DEL PROYECTO DE LEY
ORGÁNICA DE EDUCACIÓN. 19 DE MARZO


            Ciudadano Presidente, ciudadanos Diputados: Me toca intervenir, a nombre de nuestra Fracción, en este debate que se realiza en torno a la Ley Orgánica de Educación.
            Al comenzar mi intervención quiero señalar que nosotros partimos, en el análisis de este Proyecto de Ley Orgánica de Educación, de algunos elementos básicos o parámetros, a partir de los cuales elaboramos un juicio sobre el Proyecto que se trae a esta Cámara de Diputados.
            En este sentido, debemos decir que, al igual que otros Diputados, concebimos que la educación y la base económica del país se hallan estrechamente unidas; que el proceso educativo en lo fundamental refleja las características de la estructura económico-social que corresponde a nuestro país, y que, en este sentido, nuestro proceso educativo todavía sigue siendo el que corresponde a un país con una estructura capitalista dependiente del imperialismo, en particular del imperialismo norteamericano.
            Consideramos, además, que a esta dependencia frente al imperialismo, está sujeto, no sólo nuestro desarrollo incipiente, sino, como parte del atraso, la pobre calificación de los trabajadores en nuestro país, siendo esto un rasgo importante y fundamental en el desarrollo de nuestra sociedad.
            Entendemos la educación como un proceso selectivo que tiende, en cierto sentido, a moldear el pensamiento de los grupos humanos que integran nuestra sociedad, de los individuos que la forman. Nos parece que este proceso selectivo ocurre aquí y en cualquier otro régimen social. Pero, creemos que en una sociedad dependiente, como la venezolana, opera además un proceso que no existe en los países que han roto con el capitalismo, en los países donde ha cesado la explotación del hombre por el hombre, como ocurre con los países socialistas. Y es que, de una o de otra manera, en nuestra sociedad, dependiente del imperialismo, y en particular del imperialismo norteamericano, buena parte del material educativo, buena parte de nuestros jóvenes, se pierde, educacionalmente hablando, como fruto fundamental de la carencia de recursos económicos. En este sentido, el proceso selectivo natural que implica todo proceso educativo, se encuentra distorsionado, modificado por la particular estructura de dependencia de nuestra sociedad venezolana.
            Pensamos que la situación económica, y no ninguna otra razón, es la responsable principal de la tasa de retención en el sistema educativo; y que si hemos de enfocar la solución de los problemas educativos para la sociedad venezolana, para sus integrantes, para los trabajadores de la ciudad y del campo, es evidente que no podemos contemplar el proceso educativo desligándolo de las transformaciones económico-sociales que están maduras en nuestra patria; desligándola de la ruptura con el imperialismo y de la creación de un país soberano e independiente que pueda marchar por el camino del progreso continuo en función de satisfacer las necesidades crecientes de las mayorías nacionales.
            En este sentido, cuando en el pasado, y ahora, oímos hablar de la gratuidad de la enseñanza, nos llama a preocupación que se siga utilizando este lenguaje, porque el proceso de la enseñanza y su gratuidad no dependen de disposiciones legales, de prescripciones o normas que se establezcan, sino de que la sociedad pueda resolver, de una manera satisfactoria, los problemas generales de las masas trabajadoras en el país.
            Para terminar este resumen, debo decir que, a nuestro modo de ver, en la sociedad venezolana existe una política de penetración cultural del imperialismo, y que todo el proceso educativo venezolano todavía sigue siendo un proceso que se enmarca dentro de los conceptos fundamentales de la dependencia, dentro de los valores culturales que en nuestro país ha determinado, durante largos años, el imperialismo.
            Asimismo, queremos decir que asignamos a la educación del Estado, a la que imparte éste, una importancia fundamental, y que estimamos que si en este campo cedemos en nuestras posiciones, el oscurantismo y el clericalismo terminarán por ir desplazando los elementos progresistas que existen en la educación venezolana.
            Como otros parlamentarios, estimamos que, efectivamente, existe una crisis educativa a nivel nacional. Basta recordar para esto que, a nivel educativo, existe una franca reducción del período de control de los agentes educativos; basta recordar que es un hecho notorio el descenso del rendimiento escolar y la reducción del número de egresados a todos los niveles de la enseñanza; basta recordar el descenso significativo del nivel de conocimientos que reciben los estudiantes, también a todos los niveles de la educación venezolana. Basta recordar que existe una falta de vinculación entre la teoría educativa y la práctica educativa, y que con frecuencia la mayor parte de nuestro proceso educativo está alejado de la vida diaria, práctica, de las necesidades del país; que nuestros egresados, universitarios o no, sólo después que se gradúan realmente comienzan a estudiar aquello sobre lo cual les fue otorgado un flamante título. Basta recordar que, en nuestro  país, por diferentes razones, los programas se ven, en los últimos años, de una manera fragmentaria, y se estima que, en líneas generales, los programas sólo se cumplen en un 30 o 35%. Basta recordar, para constatar la existencia de la crisis educativa, la inexistencia de locales y equipos suficientes y adecuados a lo largo de todo el país.
            En este sentido, y como expresión de esta crisis, ahí están los hechos recientes que han sacudido en la última quincena al estudiantado liceísta del país. Ahí están las protestas nacionales, cuyo epicentro principal se ha producido en el Estado Lara, y en particular en Barquisimeto. Ahí está la actitud del estudiantado luchando por locales educacionales, por equipo y material didáctico, por equipos de laboratorio, por detener el aumento en los precios de los pasajes de los autobuses  que, evidentemente, como parte del transporte, entra dentro de los gastos que nuestros estudiantes tienen que hacer para cumplir con el objetivo de educarse.
            En este sentido, conviene decir que, desgraciadamente, para el país todavía estas luchas del movimiento estudiantil, estas luchas del movimiento liceísta, continúan enfrentándose con una represión, generalmente sin ningún tipo de justificación. Parece inconcebible que todavía se considere que los estudiantes protestan simplemente porque hay camarillas que logran, sin beneficio de inventario, convencer a las mayorías estudiantiles para que salgan a hacer protestas públicas sin causa alguna. Parece inconcebible que a estas alturas se siga utilizando a las fuerzas de la represión como un instrumento para resolver los problemas educativos del país.
            Por eso, como parte de esta crisis educativa, tienen que llamar la atención los múltiples allanamientos, las inmensas detenciones, innumerables, que se hicieron en el país, y con particular saña en Barquisimeto. A tal punto han sido graves estos acontecimientos que han conducido, no sólo a que se unifique el estudiantado y el profesorado, no sólo a la unificación de distintos sectores políticos, con pensamientos diferentes sobre la solución de los problemas nacionales, sino que, al parecer, ha surgido, como parte de este enfrentamiento, la petición colectiva, en Lara, de que sea destituido el ciudadano Gobernador de ese Estado.
            Digo esto para señalar que es tal la situación que todavía vivimos en lo educativo, que frecuentemente tienden a reiterarse estos fenómenos que aparentemente parecían enterrados en la vida nacional.
            Nosotros, al tocar este tema tangencialmente (que entiendo será objeto de un debate más pormenorizado de la Cámara), queremos decir, como comunistas, que estamos de acuerdo con las peticiones de los estudiantes en este momento porque se mejore la dotación, porque se aumenten las aulas, porque se les preste un mejor servicio, porque se cumplan las actas-convenio que fueron firmadas y prometidas a los profesores y maestros el año pasado, porque consideramos que esa es realmente la única solución valedera que tiene este problema, que, evidentemente, no se puede resolver a fuerza de represión, a fuerza de tensión, a fuerza de detenciones, a fuerza de allanamientos.
            En este sentido, queremos dejar perfectamente claro nuestro criterio de que los comunistas no compartimos frecuentemente el pensamiento que a veces parece predominar en el seno del estudiantado actual; que no compartimos la idea de que se juegue a la política del todo o nada; que con frecuencia discrepamos de las tomas y particularmente de las indefinidas; que estamos en desacuerdo con la realización de medidas individuales, como algunas quemas aisladas que todavía subsisten. Pero, independientemente de nuestro criterio diferente, de nuestro criterio absolutamente contrapuesto a estos procedimientos, que con frecuencia llevan la esterilidad al movimiento estudiantil, nosotros, a pesar de eso, compartimos las posiciones fundamentales del estudiantado, y reconocemos que sus peticiones, en el pasado y en el presente, representan una posición justa que merece totalmente nuestro apoyo.
            Al seguir revisando los elementos de la crisis actual, debemos añadir que todo este proceso, al mismo tiempo, se caracteriza por una gran complejidad. Y cuando al mismo tiempo que se examinan los problemas generales de la educación se revisan los problemas sectoriales, entonces estos factores generales los veríamos multiplicados. De este modo, en primaria, como en la media y en la universitaria, hay una carencia de edificaciones y personal adecuado, en relación al alumnado.
            En nuestra opinión, existe algo que aquí se ha dicho y que nosotros queremos repetir. Hay una ruptura maestro-alumno, porque generalmente los cursos en primaria se dan con números muy crecidos de niños, habitualmente de cincuenta o más. Y con números tan crecidos en las aulas de primaria, es imposible que el maestro y el alumno puedan mantener una relación docente adecuada que permita la enseñanza y el control de los educandos en Venezuela.
            También creemos que, como fruto de esta situación, existen muchos maestros que se frustran en el proceso de la labor docente, porque lo que aprendieron en las escuelas no logran aplicarlo adecuadamente cuando llegan a las aulas de la primaria en nuestro país.
            Creemos que, como parte, de la crisis educativa, frecuentemente nuestros maestros no tienen la preparación docente adecuada. Pensamos que en primaria hay un factor que agrava la situación educativa. Este problema se halla en la desintegración familiar y en la imposibilidad que tiene la familia venezolana de completar la educación que reciben los niños en nuestras escuelas. Hoy, en un momento en que la infancia abandonada es cuantiosa y numerosa en el país, en un momento en que, como fruto de los problemas económicos y sociales, resulta difícil mantener la unidad y la coherencia de la familia venezolana, la presencia de los padres como agentes que obligatoriamente deberían completar la educación del hijo, evidentemente no es posible. Nuestros hijos aprenden con frecuencia en la calle, y se forman con una naturalidad tremenda viendo la televisión, todo lo cual representa para nuestros niños una profunda distorsión que más tarde no les permitirá liberarse de complejos y condicionamientos creados de esta manera, sin influencias decisivas de la educación, en lo que se refiere a sus padres.
            También compartimos la idea de que a este nivel y otros, existe un evidente divorcio entre la elaboración y la enseñanza memorística, y que nuestros niños repiten, como loros, lecciones que aprenden, que algunas veces no tienen nada que ver ni con sus problemas ni con los problemas de la sociedad, ni tampoco los ayuda a formarse adecuadamente a adquirir una con ciencia ciudadana y a prepararse para participar en forma activa en la producción del país.
            Como parte de este proceso, entendemos que nuestra educación no atiende a la preparación artística, a la física y a la deportiva, y que este elemento forma parte de la crisis general que vivimos en este campo de la educación. Y ni hablar de lo que es un hecho: el divorcio pleno y completo entre lo que se enseña y la realidad nacional.
            A nivel de secundaria, pensamos que son importantes factores de la crisis educativa, en primer lugar, la ausencia de desarrollo critico en los alumnos. Nosotros creemos que buena parte de nuestros alumnos en la Educación Secundaria, no tiene capacidad plena de discernimiento. El proceso educativo los lleva y los coloca contra la pared, y nuestros muchachos no adquieren suficiente solidez para emitir juicios relativamente maduros sobre los diferentes problemas dentro de nuestro propio país, sobre diferentes problemas ligados a nuestro desarrollo técnico, a nuestro desarrollo científico.
            Con frecuencia, aquí como en Primaria, nuestros alumnos en Secundaria también son simples repetidores de los mensajes que les transmiten sus docentes.
            Un factor de la crisis se halla en la interrupción frecuente de la escolaridad, que nosotros consideramos que ha sido factor que en nuestro país ha contribuido a fortalecer indirectamente la educación privada.
            Con frecuencia, nuestros muchachos, en la lucha por una causa justa, recurren con facilidad pasmosa a paros reiterados, algunos de los cuales terminan en la victoria del estudiantado, en progreso y avance para el movimiento popular venezolano, pero muchos otros están evidentemente impregnados de impreparación, de tendencias anarcoides, de creer que el estudiantado es el factor que puede determinar los destinos de la sociedad venezolana. Este factor, por supuesto, se debe a los problemas que genera la propia dinámica educativa, pero es un factor que también contribuye a acentuar, quiérase o no, los problemas de nuestra educación y a facilitar de una u otra manera que la educación privada en el país avance al calor, en cierto sentido, de cierta regularidad no interrumpida que se observa en ella.
            Añadimos como otro factor los problemas de una adolescencia en un mundo capitalista convulsionado que no encuentra solución a la inmensa mayoría de los problemas, lo cual tiende a llevar a determinados sectores del estudiantado a tendencias que en algunos casos pueden considerarse anárquicas o anarcoides.
            Y para cerrar este recuadro a nivel secundario diría que otro factor de la crisis educativa se halla también en el nivel deficitario de nuestra propia docencia secundaria, fruto por lo demás de una situación general en el campo educativo, donde con frecuencia la impreparación es la resultante de la incapacidad de esta sociedad para resolver los problemas de la educación. A este fenómeno, como se comprende, no escapan, evidentemente, ni siquiera los profesores y docentes, que a diferentes niveles son los encargados de enseñar y dirigir el progreso educativo en nuestro país.
            Cuando revisamos este mismo problema a nivel de la universidad, nos conseguimos también con problemas comunes y problemas específicos. Aquí también se observa carencia de locales adecuados; se observa, como fruto de un crecimiento vertiginoso de la matrícula y de una imprevisión en lo que se refiere a la formación de personal superior especializado, el hecho de que frecuentemente a la universidad llegan también profesores y docentes sin suficiente nivel universitario, que puedan enseñar y encauzar adecuadamente a las juventudes que, dentro de algún tiempo, tomarán en sus manos la conducción política y social de nuestro país.
            Dentro de este campo y a nivel universitario, la desligación de lo que se enseña con las necesidades del país, es una cosa asombrosa. Frecuentemente lo que aprenden nuestros universitarios es un conjunto de conocimientos que en muchos casos podía ser útil en Estados Unidos, o en Inglaterra, o en Alemania Occidental, pero sin ningún asidero en la realidad venezolana, que es un país de nivel productivo diferente, con problemas distintos. Esta es una de las causas por las cuales nuestra enseñanza universitaria está también evidentemente desligada de la realidad nacional, es la explicación por la cual nuestra universidad también produce profesionales frecuentemente con baja calificación técnica y es la razón de que frecuentemente el aprendizaje real del universitario comienza después que sale con el título debajo del brazo del paraninfo universitario, cualquiera que sea la universidad en la cual se realiza la enseñanza y se adquiere ese aprendizaje. De aquí que los postgrados vienen siendo cada día la solución para un conjunto de universitarios y de profesionales que no pudieron adquirir una base sólida para poder incorporarse a los procesos productivos del país.
            Y para cerrar esto, después que el profesional recibe su título, se encuentra al día siguiente con que tiene problemas para trabajar, con que incluso con el título universitario no consigue un empleo que le permita vivir decentemente. No quiero decir que esto sea un problema general de todos los profesionales, pero sí quiero decir que cada día, en la misma medida en que se agravan los problemas económicos y sociales del país, una parte de nuestros universitarios comienza a pertenecer a los grupos de subempleados o a los que francamente carecen de empleo y no lo consiguen, por lo cual podemos ver que también comienza a generarse en nuestros universitarios la insatisfacción por una universidad que no sólo no les enseña cómo enfrentar los problemas de la vida, sino que al mismo tiempo tampoco les resuelve los problemas de empleo, creándose de este modo situaciones que ayudan al movimiento universitario a caer con facilidad en la desesperación.
            Este panorama, que por lo demás lo hemos visto en universidades europeas, como la francesa, es también un fenómeno que comienza a aparecer y existe ya a nivel de los universitarios venezolanos.
            Nosotros concebimos la educación como una educación para el desarrollo independiente del país, como una educación cuyo fin fundamental es preparar los hombres que sean capaces de romper con la dependencia del imperialismo y crear una sociedad que eventualmente pueda marchar hacia el socialismo. En este sentido pensamos que la educación debe tener como objetivo fundamental la necesidad de multiplicar los técnicos para las ramas más avanzadas y progresistas de la economía nacional. Creemos que nuestra educación debe orientarse fundamentalmente hacia los trabajadores del país, hacia los sectores democráticos de nuestro país. Pensamos que en el proceso de elaboración educativa, en el camino de resolver los procesos que crea y genera la crisis educativa hay necesidad de garantizar una educación democrática con una participación importante de profesores y estudiantes en la mecánica educativa. Estos son algunos elementos que nos ha parecido importante recordar en esta Cámara al discutirse la Ley Orgánica de Educación.
            Refiriéndonos ahora en particular a la Ley que discutamos, diríamos: Primero, esta Ley Orgánica de Educación refleja la filosofía tradicional de las clases dominantes en el país, refleja la filosofía tradicional que en los últimos años han puesto en práctica tanto Acción Democrática como COPEI, independientemente de que expresen matices diferentes en uno u otro momento a la hora de aplicar esta política. Pero tiene, a nuestro modo de ver, cosas positivas que nosotros los comunistas estamos dispuestos a apoyar sin sectarismo. Para nosotros es positivo, por ejemplo, la obligatoriedad de la enseñanza desde el preescolar hasta el ciclo básico común. Si bien no creemos que se logre la obligatoriedad en los términos concebidos en la Ley, porque entendemos que resolver los problemas de la obligatoriedad, es en cierto sentido resolver el problema de la dependencia, el problema del camino independiente del país, el problema de garantizar empleo y trabajo para todos, y esta es una cosa que con la actual estructura económico-social no es posible, nosotros, sin embargo, apoyamos que en el texto de la Ley aparezca el criterio de la obligatoriedad de la enseñanza desde el preescolar hasta el ciclo básico común.
            Estamos perfectamente convencidos de que existe hoy un riesgo y de que en cierto sentido pareciera como si el Ejecutivo no está dispuesto a enfrentar este riesgo acentuando las características estatales de la educación. Por ello nos preocupa más el problema de la obligatoriedad, no sólo porque de una manera general la obligatoriedad no se decreta, sino porque ésta está en función de la solución de las tareas generales que tiene planteada nuestra sociedad, en función de transformaciones fundamentales, como la de colocar a los trabajadores en el futuro al frente de la organización política del país...
            EL PRESIDENTE (interrumpiendo).- Perdone que lo interrumpa, ciudadano Diputado. Vencida la hora reglamentaria, la Presidencia prorroga la sesión hasta por una hora más.
            EL ORADOR.- Gracias, señor Presidente. Repito, no solamente porque la obligatoriedad no se decreta, sino porque ésta es función de transformaciones económico-sociales profundas en nuestra sociedad. Cuando revisamos, por ejemplo, el Presupuesto que hace uno o dos meses aprobamos en esta Cámara, la simple lectura de las cifras dadas por el Ministerio de Educación y la comparación con la proyección de la matrícula, en base a los datos de la Dirección de Planeamiento del Consejo Nacional de Universidades, nos permite observar cómo de repente, por ejemplo, el Gobierno promete cubrir una matrícula de un millón ciento setenta y un mil novecientos noventa y dos niños para la primaria, o sea, apenas el 67,48% de las necesidades de primaria de la matrícula oficial, las cuales se pueden estimar en un total de un millón setecientos treinta y seis mil ochocientos cincuenta niños.
            Cuando vimos esta discrepancia entre la matrícula prometida del Ministerio de Educación y la proyección de las necesidades en matrícula oficial, pensábamos que había una de estas dos alternativas: o bien el Gobierno pensaba dejar un vasto sector de niños sin educación, o bien simplemente el Gobierno aspiraba a que en el campo de la educación primaria participara de una manera real, coherente y activa la educación privada. Y ahora, cuando leímos recientemente el discurso presidencial del señor Carlos Andrés Pérez, Presidente de la República, vimos que esta diferencia que llega a seiscientos mil niños que se quedarían sin cubrir dentro de las previsiones del Ministerio de Educación para este año, evidentemente se reserva en gran parte a la educación privada, pues al hablar de la educación en el país el señor Presidente insistió en que se le daría más posibilidad a la educación privada para que cubriera un mayor ámbito del proceso educativo venezolano. Por esto creemos que la parte que se refiere a obligatoriedad no se va a cumplir, porque, como parte de la filosofía educativa del régimen democrático del Presidente Carlos Andrés Pérez, existen evidentemente concesiones a la educación privada, existen retrocesos en lo que se refiere al impulso de la educación al servicio del Estado.
            Consideramos como positivo en el Proyecto de Ley que se va a discutir, la división de la Educación Media en el ciclo básico común y ciclo diversificado. Nos parece que de esta manera se le puede dar opción a algunos muchachos que frecuentemente salen de la Secundaria sin ninguna posibilidad seria de conseguir empleo en el mercado del trabajo.
            También saludamos como positivo el mismo proceso de diversificación de la Enseñanza Superior, incluyendo un conjunto de carreras universitarias cortas que, a nuestro modo de ver, pueden ayudar al proceso productivo en el país.
            Pero, por supuesto, entendemos que la educación no se puede ver aisladamente y que, incluso, estas cosas positivas pueden naufragar cuando no se puede garantizar una planificación acertada en un sentido claramente progresista de todo el proceso educativo. Cuando no se puede garantizar que el instrumento que vamos a aprobar aquí, sea una herramienta de lucha por las transformaciones progresistas y patrióticas de nuestro pueblo.
            Para cerrar, consideramos también como positivo el hecho de que en el Proyecto de Ley Orgánica de Educación se han incluido importantes reivindicaciones económicas y sociales planteadas por los gremios docentes, a pesar de que queda un poco en manos de la reglamentación la implementación de estas positivas medidas que yo estimo el Gremio ha logrado impulsar y lograr que se le aprueben, al menos parcialmente.
            Por supuesto, entendemos que este Proyecto tiene una serie de elementos negativos. En este sentido diríamos lo siguiente: El Proyecto concede excesivo campo a la reglamentación, y es harto conocido que frecuentemente las mejores leyes naufragan en el campo de la reglamentación, y que la reglamentación tiende a desvirtuar los mejores Proyectos de Leyes, a desvirtuar los mejores propósitos. Por esta razón, nos preocupa que en este Proyecto de Ley Orgánica de Educación se deje tanto campo a la reglamentación.
            Ya dije -y ahora repito- que de la reglamentación dependerá el goce de algunos beneficios económico-sociales que han sido bandera de los docentes en nuestro país. Hemos saludado como positivo que se incluyan algunas de estas conquistas sobre seguridad, estabilidad, etc., etc., pero lamentamos que en el cuerpo de la Ley no exista una mayor profundización de estas conquistas, de modo que nuestros gremios docentes tengan la seguridad de que la reglamentación no les va a arrancar ninguna de las banderas, ninguna de las consignas que en los últimos años han logrado como parte importante de su propia lucha.
            Estimamos, además, que las medidas acordadas por la Ley para que los medios de comunicación social sirvan al proceso educativo, son insuficientes. Ese artículo 8°, por ejemplo, aparentemente bien intencionado y en el que se señala que “los particulares que dirijan y administren instrumentos de esta índole están obligados a prestar su cooperación a la tarea educativa”, puede transformarse eventualmente en un saludo a la bandera, si no se precisa más este tipo de obligaciones, si no se detalla con mayor particularidad en qué consisten estas obligaciones y en qué condiciones deben los medios de comunicación prestarlas para beneficio de la comunidad en el país.
            Nosotros pensamos que es necesario unificar en una sola norma las medidas que en la Ley existen para los institutos educativos de empresas particulares, en los casos de incumplimiento legal, y para las empresas de educación privada que viven del lucro; y en este sentido nos parece que si en el caso de incumplimiento de colegios o establecimientos educativos que por razones contractuales o de la Ley del Trabajo estén obligados a mantener las empresas, consideramos positivo que pasen al Ministerio de Educación Nacional los edificios, las dotaciones y el personal, es una absoluta incongruencia que cuando se hable de los institutos educativos que actúan en el país con fines de lucro, estas medidas no se cumplan. Nosotros pensamos que la norma debe uniformarse y que si un Instituto que opera en el país con fines de lucro y que vive de la ganancia como mecanismo fundamental para su actividad educativa no cumple con los requisitos legales del país, también como en el caso de los otros institutos al servicio de empresas privadas, por razones contractuales o de derecho laboral, también deben pasar a manos del Ministerio de Educación los edificios, la dotación y el personal.
            Estimamos que el artículo 28 debe ser modificado sustancialmente, no obstante que entendemos que todo proceso autonómico en cierto sentido es de por sí mismo un proceso limitado, porque actúa en medio de una estructura de la sociedad determinada, obedeciendo a conceptos determinados. La redacción del artículo 28, donde se habla de que “los institutos de educación superior tendrán el grado de autonomía que les confiere la Ley”, nos parece que va a facilitar la labor de quienes de una u otra manera no tienen en este país ningún interés en mantener la autonomía universitaria, la autonomía a nivel superior, y por esto pensamos que el elemento cuantitativo allí descrito debe ser eliminado, lo que no significa que estemos pensando en una especie de autonomía superior, ilimitada, que no pueda ser controlada, que no pueda se enmarcada dentro de las necesidades del país.
            Estamos en desacuerdo con el artículo 57, que dice que “no se podrá realizar ninguna actividad de proselitismo partidista en los lugares destinados a la enseñanza”, y que tampoco se permitirá la propaganda de doctrinas contrarias a la nacionalidad o a los principios democráticos consagrados en la Constitución”. Esto es un exabrupto que se presta a que todo el movimiento democrático del país sea golpeado. No sólo pueden ser golpeados quienes hoy podamos tener posiciones coincidentes o disidentes gente a la acción gubernativa, quienes podamos discrepar de otras fuerzas que a nuestro modo de ver se ubican en el campo ideológico de las clases dominantes u otras fuerzas con quienes podamos tener diferencia de interpretación política y social. Pueden ser golpeados también muchos de los que hoy traen este artículo a esta Cámara. Mañana, si se producen cambios importantes en el seno de nuestro país, por razones que a veces son ajenas a la voluntad nuestra, también ellos pueden ser objeto de la aplicación de este artículo con un sentido claramente reaccionario, con un sentido claramente contrario a las necesidades progresistas del pueblo venezolano.
            Según el artículo 58 el proceso de evaluación queda otra vez al amparo de la reglamentación. Nosotros pensamos que este artículo no garantiza la evaluación de las instituciones educativas en sí mismas y, por supuesto, creemos que si este problema no se estudia bien, el artículo puede ser incluso un arma contra sectores de la docencia, aparte de que nosotros tenemos profunda duda de que en un medio como el que vivimos, con las características que anteriormente he descrito, podamos realmente realizar una labor eficaz de evaluación continua. Nosotros tenemos la impresión de que la evaluación continua del estudiantado, desde la primaria hasta que termina en la universidad, es imposible por la falta de coherencia de nuestro sistema educativo, por la multiplicidad de métodos que se emplean a nivel de la educación, por los conceptos frecuentemente distintos para evaluar el trabajo educativo del docente, del alumno, de la institución. En este sentido queremos decir que sin que desestimemos la importancia de un artículo 58, tenemos duda de que pueda cumplir su función y no creemos que estemos todavía en condiciones de garantizar una evaluación continua en el proceso docente, aun cuando creemos que la incorporación de este propósito debe merecer nuestro apoyo porque al menos, es una intención, aun cuando eso eventualmente no pueda cumplirse.
            En el artículo 114 se establecen sanciones a los directores de liceos. Con la venia del señor Presidente voy a leer rápidamente el artículo 114 (asentimiento). Dice:
            “Las faltas a que se refiere el artículo anterior serán sancionadas con multas hasta cinco mil bolívares (Bs. 5.000,00) sin perjuicio de lo dispuesto en el Código Penal”. No quiero referirme a cuáles son las faltas. Sólo quiero decir, simplemente, que esto de establecer una multa de cinco mil bolívares para un director que ha incumplido normas legales, es un saludo a la bandera. Si es una institución privada, eso lo paga con facilidad la institución privada; e incluso, si es un director que no está en una institución privada, esto evidentemente no significa para él ningún problema. O se elimina este artículo o simplemente la penalización debe tomar en cuenta otro factor que no sea éste, porque de esta manera cualquier requisito legal puede ser incumplido en nuestro país por los directores de planteles educativos.
            Por supuesto, queremos mostrar nuestro desacuerdo con el 136, que a manera de artículo transitorio trata de quienes para la fecha de la promulgación de esta Ley tengan menos de cinco años en el desempeño de cargos de dirección, de supervisión o de administración de la educación, y quienes -según el artículo- continuarán ejerciéndolos con carácter de interinos a fin de proveerlos posteriormente con carácter permanente. Nos parece que independientemente del carácter de estos funcionarios interinos, este artículo se presta evidentemente un poco a despidos injustificados de muchos trabajadores de la docencia, cuya penalización derivaría fundamentalmente en este caso, de diferencias políticas, y nosotros pensamos que la estabilidad es también un factor importante en la docencia venezolana.
            En la segunda discusión nos reservamos el derecho de razonar nuestra exposición. Por lo pronto quisiéramos resumir diciendo lo siguiente: Esta Ley Orgánica de Educación evidentemente no es un instrumento para resolver la crisis educativa en el país. En segundo lugar, contiene algunos elementos positivos que los comunistas en su oportunidad debida apoyaremos. En tercer lugar, contiene una serie de formulaciones negativas que contarán con nuestro voto negativo.
            Es todo, ciudadano Presidente y ciudadanos Diputados.

Alcides Rodríguez en el congreso, 12 de mayo de 1975, ley orgánica de educación












Estamos subiendo a éste nuestro blog, pcvlosguayos.blogspot.com, la segunda intervención del diputado comunista por el Estado Carabobo, Alcides Rodríguez, sobre la Ley Orgánica de Educación que se discutía en el congreso el 12 de mayo de 1975.


CONTINUACIÓN DE LA PRIMERA DISCUSIÓN DEL PROYECTO DE LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN, 12 DE MAYO

            Ciudadano Presidente, ciudadanos Diputados: El Partido Comunista va a votar con quienes son partidarios de que se elimine el artículo 57. Ya en la intervención que hicimos al comienzo del debate sobre el Proyecto de Ley Orgánica de Educación expresamos nuestro desacuerdo con ese artículo y ahora ratificamos esa posición.

            A nosotros nos parece claramente absurda la forma en que se ha redactado este artículo 57. En primer lugar, no se necesita ser muy profundo en el análisis político para observar que este es un artículo que no se puede realmente cumplir, a menos que se considere que hay necesidad de liquidar el proceso democrático que existe a nivel del estudiantado en todo el país. ¿Por qué? Porque en un régimen como el actual, representativo -según la Constitución- es inevitable que los partidos políticos actúen de una u otra manera en todos los sitios donde hay masas organizadas. En este sentido, es imposible, en tanto no exista una dictadura militar en el país, que las organizaciones políticas a través de las juventudes que están adscritas a sus organizaciones, no se muevan y no se desplacen dentro del movimiento liceísta y universitario. Y cualquiera que sea la forma de la movilización de las juventudes adscritas a los partidos políticos, esa movilización implica directa o indirectamente cierto grado, mayor o menor, de proselitismo político. No importa que se declare este fin de una manera específica y que se señale que se hace una labor particularmente de carácter proselitista.

            Por ello, salvo que exista en el país una dictadura militar, es virtualmente imposible, en un régimen democrático representativo como éste en el cual actuamos hoy día, que los partidos políticos, a través de sus juventudes, no actúen en Liceos y Universidades, y al actuar en Liceos y Universidades es inevitable que se produzca cierto grado, mayor o menor, de proselitismo político.

            Seguramente es negativo en las organizaciones de masas, no el que estén presentes las organizaciones políticas, sino la tendencia que se ve en muchos frentes de masas, no sólo en el estudiantil, sino también en el campesino y en el sindical, a que frecuentemente los partidos políticos tienden a suplementar la democracia interna de las propias organizaciones de masas. Pero este es un problema diferente. No tiene por qué, este hecho, que significa en la práctica luchar porque los organismos de masa sean independientes de los partidos políticos, interpretarse como que los partidos políticos no tengan nada que ver con las organizaciones de masa en el país.

            Por otra parte, en el pasado y en la actualidad, habría que definir cuáles son las doctrinas contrarias a la nacionalidad, porque si no, este concepto de doctrinas contrarias a la nacionalidad se prestaría para una campaña evidentemente reaccionaria. Nosotros, a quienes se nos ha tildado frecuentemente de apéndice de otros Estados en el mundo, sin que esto se corresponda con la verdad, nos oponemos a que este artículo consagre este pensamiento que puede ser utilizado, no sólo en contra de nosotros, sino contra cualquiera otra fuerza democrática en nuestro país; que pueda ser incluso puesto en práctica contra los actuales propugnadores del artículo 57, sí mañana en este país, por circunstancias ajenas a las mayorías democráticas del país, se produjera, por ejemplo, una interrupción de la vida democrática. Ya la experiencia ha demostrado en el pasado que con el espíritu de este artículo, con la concepción fundamental que se halla vinculada a él, se ha golpeado inmisericordemente y sin clemencia a los sectores democráticos del país.

            Por estas razones, ciudadano Presidente y ciudadanos Diputados, el Partido Comunista está de acuerdo con que se suprima el artículo 57, y llama a la reflexión a las otras fuerzas democráticas de esta Cámara de Diputados para que mediten sobre el alcance de lo que van a aprobar en esta tarde. Es todo, ciudadano Presidente y ciudadanos Diputados.

Alcides Rodriguez en el congreso, 1 de junio de 1977, Ley Orgánica de Educación

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SEGUNDA DISCUSIÓN DEL PROYECTO DE LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN, 1 DE JUNIO.

            Pido la palabra. (Concedida).-Ciudadano Presidente, ciudadanos diputados: El artículo 2º que se discute esta tarde es evidentemente importante, porque en cierto sentido, de la interpretación que se dé de éste depende en buena parte el destino de la educación del país.

            Así, pues, el análisis del mismo tiene un interés de vasta importancia nacional. Después de haber oído la intervención del Diputado Humberto Anzola, me ha parecido que efectivamente este artículo debería ser modificado sustancialmente, independientemente de que un juicio de valor sobre el mismo no podría partir de la idea de que es totalmente inservible, de que es absolutamente ineficaz. Por ello, mi intervención se va a limitar básicamente a comentar las características fundamentales de es te artículo 2º y también a hacer una cosa similar con las proposiciones del Diputado Humberto Anzola, que en lo esencial, con alguna diferencia comparto.

            En el artículo en discusión se señala, en primer lugar, que la educación es función primordial e indeclinable del Estado, y nosotros estamos totalmente de acuerdo con esta formulación. Y estamos de acuerdo, porque independientemente de que existían sectores privados que actúan con fines de lucro dentro de la educación venezolana, es deber fundamental de nuestro Estado garantizar la educación a todos los venezolanos y legislar para que la educación privada se sujete a los intereses supremos del país. Sin embargo, no es a esta parte del artículo a la que quiero referirme. Pienso más bien hablar de cómo ha sido concebido el artículo y cómo se puede interpretar. En este sentido, podría decirse que el objeto del articulo, cuando se define, busca cimentar la base de la educación destacando algunas finalidades de la misma, y de este modo señala que busca el perfeccionamiento integral de la personalidad; se señala que la finalidad de la educación es el cultivo y la defensa de los sentimientos y valores que sirven de base a la nacionalidad venezolana. Sin embargo, no se dice nada sobre cuáles son los elementos fundamentales que podrían definir, incluso, nuestra propia nacionalidad. Se Señala el fortalecimiento del respeto a los derechos y libertades con sagradas en la Constitución de la República, frente a lo cual, por supuesto, no tenemos ninguna observación. Se habla del fomento de la comprensión, la tolerancia y la convivencia, la promoción de actitudes que favorezcan el fortalecimiento de y la paz, y la amistad entre las naciones y de los lazos de integración y solidaridad latinoamericana, lo cual, evidentemente, como objetivo educativo compartimos. Se señala también que ésta debe tener como objeto la formación y capacitación de los recursos humanos que la nación para su desarrollo autónomo e independiente. Y es evidente que este objetivo del artículo 2º también necesita para su desarrollo autónomo e independiente. Y es evidente que este objetivo del artículo 2º también forma parte de lo que nosotros creemos debe ser el objeto de la educación.

            Más adelante, y en el mismo orden, se habla de la creación de una conciencia conservacionistas y luego, ya rematando sus últimas formulaciones, se indica como una finalidad de la educación venezolana, la formación de ciudadanos cultos, aptos para convivir en una sociedad democrática y libre basada en la familia como célula fundamental, capaces de comprender y participar activa y constructivamente en los procesos de transformación social que se produzcan en el ámbito nacional e internacional. Y, al final, cierra diciendo: y, en general, en todos aquellos que pueda contribuir al progreso y bienestar nacional.

            Pero, en estas dos últimas citas no se precisa en que consisten los procesos de transformación social por los que lucharía la educación venezolana. Es evidente que en algunos casos y para algunos ciudadanos, especialmente los vinculados a los partidos del status, la interpretación de transformación social podría ser la de un simple desarrollismo capitalista. Sin duda, si esta fuera la interpretación, nosotros estaríamos en contra de ello. También podría interpretarse que esa transformación social buscarla una nueva sociedad desvinculadaza del imperialismo, o, incluso, de una sociedad más avanzada, que se apoyara en una nueva estructura de carácter socialista para nuestro país. En estos últimos casos, cualquiera que fuese la formulación, seguramente nosotros la compartiríamos.

            Cuando se dice que el objeto de la educación es también desarrollar todo lo que pueda contribuir al progreso y al bienestar nacional se mantiene la misma identificación. Dicho de otro modo, el artículo 2º está integrado por una serie de finalidades ser que, consideradas independientemente unas de otras, pueden realmente útiles y positivas; en otros casos, de interpretación diversa según la ubicación ideológica y política del ciudadano que interpretó la ley y, en líneas generales, podría decirse que como falla fundamental en la redacción del artículo 2º no hay jerarquización suficiente entre estas diferentes finalidades.

            Por ello el artículo 2º tal como está redactado, sin ser en sí mismo negativo, deja una serie de lagunas y vacíos interpretativos que no contribuirían, a nuestro modo de ver, a garantizar una educación que desarrollara la personalidad de los integrantes de nuestra sociedad en función del desarrollo independiente y autónomo del país. Cuando se lee el artículo, bien podría pensarse que éste sirve a los fines del desarrollo independiente y autónomo. Lo referente a la formación y capacitación de los recursos humanos que la nación necesita para su desarrollo autónomo e independiente -como dice el Proyecto de Ley- Podría perfectamente interpretarse como que satisficiera plenamente nuestras aspiraciones de crear una sociedad independiente y autónoma, sin embargo, perdida en un conjunto de consideraciones y sin jerarquización suficiente esta formulación aislada, que tiene al parecer igual importancia que las otras, permite, incluso eventualmente, que una concepción desarrollista de la educación liquide nuestras verdaderas aspiraciones a lograr un país independiente, libre, soberano, que pueda romper el camino con las ataduras actuales que lo sujetan de la economía del imperialismo y en especial a la economía norteamericana.

            Por todas estas razones pensamos que este artículo debería ser reestudiado. Entiendo que este propósito no se logrará y que el artículo se mantendrá en lo esencial tal como ha sido formulado, lo cual es una lástima, pues los objetivos básicos de nuestra educación deberían merecer una consideración atenta que como no se lograría en esta segunda discusión, pues el Proyecto viene con lo que podríamos llamar un vasto consenso parlamentario.

            A cambio de esto, hemos visto la proposición del diputado Humberto Anzola. Nos parece que entre sus virtudes se halla la de que coloca en el centro de la educación venezolana la necesidad de conquistar nuestra independencia. Me parece que el elemento fundamental de esta proposición se halla en que necesitamos integrar a todos los venezolanos para la conquista de este objetivo, cuyo centro sería la independencia en nuestro país, la educación contribuiría a crear valores que, sembrados en la conciencia de los ciudadanos venezolanos, ayudarían a romper nuestra dependencia económica cultural, tecnológica y a crear un país con características diferentes. Definido el objeto fundamental de nuestra educación, como el de propiciar o desarrollar nuestra independencia nacional -creo- que se entenderían cualesquiera otros objetivos que planeáramos como elementos importantes para el desarrollo educativo de nuestro país.

            Por ello, compartimos en lo esencial la proposición formulada por el. Diputado Humberto Anzola. Quizás la proposición podría merecer algunas modificaciones para aclarar en el primer párrafo de que la educación es el proceso cuyo objeto esencial es el desarrollo independiente de nuestro pueblo en todos los órdenes de la vida, yo pienso que el término “pueblo” podría ser sustituido por el término país”, pues quizás el objeto básico de 1a educación en nuestro pueblo sería romper las ataduras económicas, políticas, sociales del país, y en este sentido la educación debería forjar hombres con conocimientos suficientes que pudieran lograr este propósito, En este sentido, por supuesto, lucharíamos por crear un hombre independiente, pero la formación de ese hombre independiente se lograría o se buscaría dentro de la finalidad de conseguir la independencia de nuestro país, de romper la estructura económico-social que hace del nuestro un país dependiente de la economía imperialista, en especial de la economía norteamericana. Si introdujéramos esta modificación sencilla, quizás la proposición del diputado Humberto Anzola sería mas completa y gozaría plenamente de nuestro apoyo.

            Sin embargo, en esta noche, como una actitud definitorio frente a las oscuridades del artículo 2º frente a sus dificultades para la interpretación, frente a todos estos fenómenos que se hallan cuando se analiza el artículo 2º manifestamos que la fracción del Partido Comunista apoyará la proposición del diputado Humberto Anzola porque define de manera mucho más clara y precisa los objetivos para nuestro país y para nuestra educación, que no podrían ser hoy separados de la necesidad de lograr un país independiente de la colunda del imperialismo norteamericano.

            Es todo, señor Presidente.

Alcides Rodríguez en el congreso, 9 de junio de 1977, para referirse al artículo 7º del proyecto de ley orgánica de educación








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PARA REFERIRSE AL ARTICULO 7º DEL PROYECTO DE LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN, 9 DE JUNIO.

            Ciudadano Presidente, ciudadanos Diputados: Intervenimos en relación a la discusión del Artículo 7º porque, en efecto, en él se consagra la posibilidad de establecer obligaciones económicas para determinados grupos sociales del país. Y, al hacerlo, queremos señalar que la formulación que está contemplada en el Artículo 7º establece obligaciones económicas para quienes más tarde, por decisión de la ley, se considere que tienen medíos de fortuna.

            Intervenimos en este artículo, repito, porque si bien estimamos que aparentemente la intención del artículo es positiva, pues aquí se señala la necesidad de que quienes dispongan de medios de fortuna, aporten económicamente algo para el costo de su propia educación, la realidad posterior puede significar algo distinto. La aprobación de este artículo, con estas obligaciones económicas para quienes poseen medios de fortuna, puede transformarse eventualmente, en un libro que impida el acceso de sectores populares del país, especialmente de los pocos trabajadores, o incluso de las capas medias con recursos modestos, que aspiren a que sus hijos realicen una carrera universitaria para, a través de ella, prestar posteriormente un beneficio importante a nuestro propio país.

            El articulo refleja la crisis capitalista dentro de la cual está inmersa la sociedad venezolana, una de cuyas características esenciales es que cada día resulta más difícil afrontar los costos crecientes de las necesidades sociales de nuestro pueblo. Y esto se expresa inevitablemente, en el hecho de que a pesar de que hay también recursos e ingresos cada vez mayores para el Ejecutivo Nacional, las necesidades sociales que generan Vuestros centros de estudio, especialmente los centros, de estudios superiores, crecen con mayor rapidez que estos ingresos.

            Este tipo de contradicción probablemente lo podrá resolver una sociedad de carácter capitalista. Y en la misma medida en que pase el tiempo y la educación se haga más compleja, pues necesite emplear para satisfacer las necesidades de la población un número mayor de docentes, un número creciente también de recursos administrativos y una tecnología más sofisticada para enseñar a sus alumnos, en esa misma medida esta tendencia se acentuará. Por ello, pensamos que las dificultades para costear la educación superior, son un problema de la estructura económico-social del país.

            Pensamos que quienes han elaborada el artículo 7º, tal como ha sido concebido, consideran que la universidad podría obtener recursos adicionales pechando a un sector de la sociedad y, por supuesto, escogen a los sectores que lógicamente tienen medios de fortuna. Sin embargo, valdría la pena que la presentación de este artículo hubiera sido acompañado de un estudio socio económico, de una determinación previa de quienes son estas personas que tienen medios de fortuna, dentro de que criterio se va a seleccionar a los universitarios vinculados a los sectores que tienen medios de fortuna, pues éste es un hecho fundamental, un hecho esencial. Sí se deja como está puede ocurrir que las capas modestas de la clase media en nuestro país e incluso sectores de la clase obrera, con ingresos superiores a los mil quinientos e incluso dos mil bolívares, tuvieran que verse obligados a hacer grandes esfuerzos por la educación de sus hijos en la universidad venezolana.

            Esta es la razón por la que nosotros estamos contra este artículo. Creemos que no exíste un estudio económico-social que permita precisar el monto aproximado que esto podría representar para nuestras universidades. Creemos que no hay una definición precisa que permita determinar cuáles serían los sectores que se encontrarían dentro de la definición de medios de fortuna. Y al no existir un estudio socio-económico que nos permita decir que esto va a representar un aporte sustancial al desarrollo y al sostenimiento de nuestras universidades, ni una definición precisa de quienes son los que en cierto sentido poseen medios de fortuna, al no existir ni una ni otra cosa, para nosotros este artículo puede ser un instrumento que eventualmente liquide la gratuidad de la enseñanza a nivel superior.

            Pensamos que los problemas que están presentes en la crisis universitaria y especialmente que lo referente al financia miento del gasto a nivel superior, debe enfocarse de manera distinta y que no hay necesidad de introducir una terminología vaga que liquide los restos de gratitud de la enseñanza a nivel superior para lograr que el sistema educativo venezolano participe en la producción de nuestro país y también -por qué no?- de una manera sería, en la lucha para lograr una patria independiente.

            En este sentido compartimos, por ejemplo, lo que en lo referente a educación básica señala el profesor Feijó Colomine Solarte, en un libro, que entiendo, sale en los próximos días y en el cual, al hablar de la educación básica y de la necesidad de que se cambie la orientación que lleva la actual, dice lo siguiente, con la venia del señor Presidente (asentimiento):

            1. Convendría transformar el propuesto nivel de educaci6n básica en una verdadera escuela politécnico que tenga carácter terminal al enseñar oficios, sin que ello suponga que se cierren los caminos para una prosecución hacía niveles más altos.

            2. “La secundaria clásica debería ser eliminada para que todos alcancen en escuelas de estudio-trabajo la clasificación de técnicos medios.

            3. Tendrán acceso al nivel superior los técnicos medios para el aprendizaje de carreras profesionales, la práctica de la investigación científica y tecnológica y los estudios de cuarto nivel,

            4. “Lo anterior no implica el abandono de las materias humanísticas, las ciencias sociales deben tener la debida, importancia en los planes obligatorios de estudios, para evitar el grosero pragmatismo a que aspirarían los sectores empresariales.

            5. “El campo necesita un tipo de educación especialmente concebido para el medio rural, estableciendo las necesarias internacionales con el medio urbano.

            6. “Una reforma como la propuesta, que generaría fundamentalmente trabajadores para el campo de la producción tropezaría con el problema de la absorción de mano de obra.

            “He allí el reto que enfrentaría el Estado venezolano si la disposición de vincular la educación al trabajo (artículo 6 del proyecto), no va a pasar de ser la propalación de un vago principio más”.

            Probablemente con una orientación de este tipo, estaríamos canalizando la educación en el sentido de crear hombres que pudieran sostenerse en el campo de la producción, pero, además, pienso que se podrían buscar medios e instrumentar medidas que permitieran que las universidades del país contribuyeran ¿le manera directa, especialmente al fortalecimiento y al desarrollo del sector público en nuestra patria.

            Creo que las investigaciones, y especialmente las carreras técnicas, podrán contribuir a los estudios que necesita nuestro país para el desarrollo de su siderurgia, de su petroquímica, para el desarrollo de su petróleo y, en lo fundamental, para el desarrollo de todos aquellos proyectos que sirvan al desarrollo independiente.

            Si por un lado se introdujeran modificaciones esenciales en la enseñanza básica y, por otra parte, se vinculara el estudio universitario a la producción nacional, especialmente en aquellas áreas que permitan el desarrollo económico independiente, podríamos decir y garantizar que la educación estarla creando y reproduciendo la riqueza de una manera inmediata

            Pensamos que esto es posible en nuestro país y que es posible sin que en éste exista todavía un régimen socialista como el de Cuba, en que la educación está vinculada a la actividad productiva.

            Por ello pensamos que hay otra salida distinta a la que está contemplada en el artículo 70 en cuyas formulaciones esenciales presentimos que se pretende cerrar el paso, no a los que tienen medios de fortuna, que siempre tendrán recursos para poder continuar su educación, sino quienes tienen recursos modestos, o, sencillamente, recursos insuficientes para el costo de su propia educación superior.

            En este sentido, deseamos formular la siguiente proposición: que se elimine en el artículo 7 la parte que dice.- “la Ley de Educación Superior en lo referente a este nivel de estudios, y al Ejecutivo Nacional en la modalidad educativa especial, establecerán obligaciones económicas cuando se trate de personas provistas de medios de fortuna”.

            Si lográramos reorientar la educación en otro sentido, sin pretender por ahora crear fórmulas que pueden ser confusas y cerrar más bien la educación a gente de escasos o modestos recursos, parece, pues, que, por vías diferentes el artículo 7, podríamos mejorar en forma sustancial el financiamiento y el desarrollo de las universidades de nuestro país.

            Es todo, señor Presidente.