Por Carlos Díaz
El presidente del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y analista internacional Jerónimo Carrera señala, en entrevista con La Razón, que la crisis de Honduras refleja el debilitamiento progresivo de Estados Unidos como gran potencia.
Explica que durante más de un siglo, Estados Unidos consideró a la región centroamericana, junto a todo el mar Caribe, como su dominio natural, por tanto, quitaban y ponían gobiernos de acuerdo a su interés.
“Los pueblos de esa región veían eso ya como algo normal aunque hubo brotes de rebeldía, como en el caso de El Salvador, en 1931, cuando Farabundo Martí, junto al Partido Comunista Salvadoreño, hizo un intento que terminó trágicamente. En esa ocasión hubo gran cantidad de muertos pero el resto del continente no dijo nada. Años más tarde, hubo el intento de Sandino en Nicaragua que también terminó trágicamente. En Guatemala también, con Jacobo Arbenz, en 1954”.
- El único pueblo que no había tenido un intento de rebeldía era Honduras, era todavía un país más atrasado que los demás. Su economía, básicamente cafetalera y bananera, dependía del mercado de los Estados Unidos. Se trataba de una estructura económica-social se consideraba natural. Vemos que ahora esos pueblos han comenzado a dar señales de soberanía porque Estados Unidos ha entrado en una fase de declinación. Ya no puede ejercer el mismo dominio que tuvo unos pocos años atrás. Lo de Honduras es un episodio más de la caída de Estados Unidos.
EL PCV ESTÁ FUERTE
- ¿Fue acertada la decisión del PCV de no integrarse al Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv)?
- No sólo fue acertada sino la única decisión posible. Sólo una gente que no conoce al Partido Comunista puede llegar a pensar que iba a disolverse para correr una aventura. Ideológicamente, tampoco es posible. Los Partidos Comunistas se definen así mismos como vanguardia de la clase obrera, somos un poco pretensiosos, queremos ser un partido selecto. Organizativamente se considera un partido basado en la concepción leninista, esto significa que no se cuenta por el número de militantes sino de organismos o células que tenga.
- Han tratado de destruirnos por la fuerza: Juan Vicente Gómez tenía a su servicio intelectuales como Arcaya, ministro del Interior, quien hizo pasar una disposición en la Constitución prohibiendo el comunismo en Venezuela, aun cuando no se había fundado todavía el PCV. Esa misma política la siguió López Contreras, Isaías Medina Angarita, y Pérez Jiménez, quien aplicó la persecución a fondo contra los comunistas. Luego utilizaron formas disfrazadas con Betancourt y Leoni pero, igualmente, tratando de destruir al PCV; igualmente fracasaron. Hoy en día, el imperialismo creyó que con la situación actual podían acabar con el PCV, tremendo error. El PCV se siente hoy más fuerte que en cualquier otro momento.
- Según ha trascendido en medios parlamentarios, el Psuv le ha ofrecido al PCV encabezar varios circuitos electorales en las venideras elecciones legislativas a cambio de aceptar la nueva Ley de Desarrollo Electoral que actualmente la Asamblea Nacional ¿Qué opinión tiene usted sobre esa proposición?
- No me interesan las cosas electorales porque no creo en elecciones. Durante una época, creí, pero luego de ver las trampas que hacía Franco Quijano, la vida me fue enseñando que todo eso era ilusión. Por el año ’72 regresé de Europa y con deseos de volver a Cumaná, y el camarada Guillermo García Ponce me propuso formar parte de la Junta Electoral en mi ciudad natal. Allí estuve desde 1972 hasta 1973 y vi la cantidad de trampas y marramucias, vi como los adecos y los copeyanos, con quienes inclusive tenía amistad, manipulaban las elecciones. Allí me convencí que no hay juego limpio en las elecciones. Por lo tanto, de la cuestión electoral ni sé, ni me ocupo.
REVOLUCIÓN
- ¿Qué opinión tiene de la revolución bolivariana? ¿Es una revolución? ¿Es bolivariana?
- En Venezuela, con la palabra revolución han sucedido cosas muy raras. Por ejemplo, en el siglo diecinueve y principios del veinte, revolución era la de los opositores al gobierno. Y cuando esa revolución triunfaba y llegaba al gobierno, ya dejaba de ser revolución; y, entonces, el gobierno anterior pasaba a ser revolucionario. Es decir, se intercambiaban papeles. En Venezuela, la gente no toma muy en serio la palabra revolución. Recuerdo que cuando le dieron el golpe de Estado a Medina Angarita, Acción Democrática, que era entonces un partido pequeño, proclamó la Revolución de Octubre. Ellos creían que era una revolución y utilizaban para todo la palabra revolución.
- En el caso actual, desde hace siete años se viene hablando de revolución bolivariana. Recuerdo que el PCV hizo un simposio con camaradas de diversos países, y allí expuse que esta revolución no es proletaria, tampoco es estrictamente burguesa, sino de la pequeña burguesía y que algunos llaman clase media. La defino como una pequeña burguesía aldeana, porque sus componentes principales provienen de gente del interior de Venezuela, nacidos en pequeños poblados, pequeños funcionarios públicos, maestros, jefes civiles. Sin embargo, su característica de bolivariana la distingue de otros movimientos.
- ¿En qué coincide con la revolución bolivariana y en que difiere?
- Tengo más de sesenta años en el PCV, y toda la vida he sido militante disciplinado y lo seguiré siendo. Ha habido cosas en las cuales he estado de acuerdo y con otras no, por ejemplo, estuve en desacuerdo con esa tentativa de la lucha armada. Yo sabía que no estábamos preparados para ella, ni el partido estaba en condiciones. Yo cumplí con mis tareas, pero no como guerrillero porque hay mucho falso guerrillero por ahí que se retrataban con un fusil, nunca hice tales payasadas.
- El socialismo hay que entenderlo como una etapa transitoria hacia el comunismo que puede durar más o menos según la etapa de desarrollo del país. Venezuela necesitaría varios decenios para entrar a una etapa más desarrollada. Los chinos dicen que estarán entrando al socialismo, más o menos, a mediados de este siglo. Es decir, les habrá llevado cien años.
CAMARADA CEAUSCESCU
- ¿En qué consistían sus funciones como representante del PCV en el exterior?
- Esas funciones eran, en una primera etapa, simplemente de representación juvenil. Guillermo García Ponce era el representante principal de nuestra organización. La Juventud Comunista de Venezuela se fundó en 1947. Una delegación asistió a Europa, y allí estaba Alberto Lovera, con quien tuve una gran amistad. Fui representante del PCV en Europa oriental y también de la FALN, al respecto puedo poner como testigo a mi gran amigo Pedro Medina Silva. Ese trabajo me hacía viajar de un país a otro y logré excelentes relaciones con los partidos de esos países. Era un trabajo de promoción y de búsqueda de solidaridad. No era nada misterioso, aunque así no pensaban quienes un día mandaron a unos tipos a hacerme un atentado en Praga pero felizmente los detectamos a tiempo.
- ¿Cómo eran las relaciones del PCV con el gobierno de Rumanía que presidía Nicolae Ceauscescu?
- Muy buenas. Tuve la oportunidad de hablar largamente con el camarada Ceauscescu. Recuerdo que ese día llegaba a Bucarest, Jesús Faría, recién salido de la cárcel, su vuelo se retrasó y el camarada Ceauscescu esperó en el aeropuerto durante una hora. Hablamos largamente. Al llegar Faría tuvimos una reunión muy buena. Ceauscescu nos dio un consejo muy bueno, recuerdo que nos dijo: “Camaradas, ustedes deben luchar en Venezuela por vender lo menos posible el petróleo crudo y crear una gran industria petroquímica porque eso les va a rendir mucho más”. “Nosotros cometimos ese error bajo la presión de compañías como la Shell y nos quedamos sin petróleo”, nos dijo.
- En 1973 Ceauscescu hizo en Venezuela una rara visita de Estado, fuimos Jesús Faría, Eduardo Gallegos Mancera y yo a hablar con él en la embajada de Rumanía y nos recibió con gran cordialidad. En esta ocasión le planteamos el caso de Alí Lameda (NR: poeta comunista venezolano quien estuvo siete años presos en las cárceles de Corea del Norte acusado de ser espía) del cual nunca había oído hablar, y él se sorprendió. No había pasado sino unos pocos meses cuando un día Eduardo Gallegos Mancera me llamó a Cumaná para decirme que debía ir a Bucarest a recibir a Alí Lameda. Efectivamente, Cesauscescu había logrado que Kim Il Sung, quien era su amigo, le mandara a Alí y así fue como se logró su libertad. Alí era mi gran amigo y camarada en el tiempo en Praga, él era un gran comunista.
EL DERRUMBE DE LA UNIÓN SOVIÉTICA
- ¿Cómo se sintió usted cuando fue derrumbado el muro de Berlín y se reunificaron las dos Alemania? ¿Qué opinión tiene de ese acontecimiento?
- Como todo comunista en el mundo, no podía estar contento. Sin embargo, llegué a la conclusión que esos son fenómenos naturales.
- ¿Siempre desconfió de la Perestroika y pensó que era la antesala del derrumbe de la Unión Soviética?
- Al igual que muchos comunistas, nosotros sabíamos que esa sociedad tenía fallas y que había que aplicar correctivos. Antes de Gorbachov hubo un camarada, Andrópov, que cuando se cumplió el centenario de la muerte de Karl Marx, en 1983, dio un gran discurso. Pero, lamentablemente murió al año siguiente. Se acentuaron los problemas y llega Gorbachov y habla de un cambio hacia adelante con la Perestroika. Bueno, reflexioné que algún día tenía que terminar esto, sin embargo, el pueblo ruso hizo una gran contribución internacional. No ha habido pueblo más generoso que el ruso, se quitaron la comida de la boca para dársela a otros pueblos, hicieron sacrificios inmensos. Y luego llegó una nueva generación que se cansó.
- ¿Fracasó el comunismo al derrumbarse, desintegrarse y fracasar la Unión Soviética?
- No, de ninguna manera. El comunismo no es algo ligado a un Estado determinado. Ellos hicieron una gran contribución. Fue la Tercera Internacional, creada por Lenin, la que sembró el comunismo por todo el mundo. Hasta ese momento eran ideas limitadas a un pequeño número de países europeos, en Estados Unidos, Argentina y Chile y después Cuba, un caso para admirar porque después de cincuenta años, Estados Unidos no ha podido acabar con la revolución cubana, y eso mueve admiración. Cada día admiro más al pueblo de Cuba, porque la revolución no es un hombre sino un pueblo con una vanguardia organizada. Ese es el gran mérito del partido cubano y el pueblo.
- ¿Es el gobierno de Vladimir Putin-Dmitri Medvédev un gobierno socialista?
- No, ni remotamente. Es un gobierno que empieza a verse presionado por las realidades. En un primer momento ellos se hacían ilusiones, esa es mi apreciación. Yo estuve una sola vez en Moscú, después de la desaparición del Estado soviético y dije que no volvía más. Vi aquella cantidad de buhoneros en las calles, de gente pidiendo en el metro, nada de eso se veía antes allí. Moscú ha sido invadida por una masa de gente proveniente del sur y es ahora cuando Putin y Medvédev empiezan a reaccionar.
CHINA
- ¿A qué atribuye que el Partido Comunista ruso haya quedado tan disminuido numéricamente, luego de haber sido una gran fuerza política?
- No creo, quizás hay países en los cuales hemos retrocedido por los errores que se cometen y por otros factores. Pero, globalmente, me atrevo a asegurar que hoy en día hay más comunistas que antes. No olvidemos tampoco que en muchos países, algunos del Medio Oriente, el Partido Comunista tiene que actuar clandestinamente.
- ¿La actual sociedad china es una sociedad socialista?
- Estuve en China hace cuarenta años pero mantengo muy buenas relaciones con los camaradas chinos. Cada vez que viene una delegación del Comité Central nos citan, los tenemos en muy alta estima. Por mi parte, leo y estudio con mucha atención los documentos de su partido. Por eso mantengo plena confianza en los camaradas chinos. Veo que ceden terreno en algunas cosas pero siguen fortaleciéndose.
- ¿Hay explotación capitalista contra la clase obrera en China?
- Ellos han dejado entrar empresas extranjeras que traen su tecnología, llegan allí y hacen explotación. En cierto modo es un experimento, en todo caso, hay que ver con paciencia el caso chino.
- ¿Ha surgido en China una clase empresarial privilegiada que explota a los trabajadores y hace negocios al mejor estilo capitalista?
- Es muy posible. Yo no diría empresarial sino gerencial.
PDVSA
- ¿Tiene rasgos fascistas las revolución bolivariana?
- No, no creo, ni tampoco comunistas. Creen que tildando de fascistas van a asustar a ciertas personas. Allí no hay nada de comunista ni nada de fascista.
- ¿Es el general Raúl Baduel un traidor de la revolución?
- No conozco ese personaje. Pero, sí puedo decir que él trató de apropiarse de un libro mío sobre el general Giáp que yo le presté a través de una persona que trabajaba con él. Bueno, tuve que dar una batalla para que me lo devolviera, finalmente, me lo devolvió y fíjese que hasta su nombre ya le había puesto al libro. Pero, no lo conozco personalmente.
- ¿Siguen mandando las transnacionales en Venezuela?
- Últimamente ha habido una serie de contrataciones en Pdvsa que habría que investigar a fondo. Mi camarada Fermín Toro Jiménez ha estado dando la batalla junto a Luis Britto García alrededor de estas cosas. Hay manejos raros en cuanto a la jurisdicción, veo que se requeriría investigar a fondo. Siento vergüenza al pensar que después de cien años no sepamos todavía manejar nuestra industria petrolera y tengamos que acudir a ese tipo de contratos.
NO SE CASTIGA LA CORRUPCIÓN
- ¿Qué opina de la “boliburguesía”, es decir, de la clase empresarial que ha surgido de la revolución bolivariana?
- Sé poco de eso. Para mí, la política no es una cosa de chismes ni suposiciones de fulano. Veo la corrupción como un elemento casi inseparable en la existencia del Estado, no sólo en Venezuela sino mundialmente. En todo Estado hay corrupción, y le pueden poner el nombre que quieran. Es por eso que los comunistas creemos que el género humano no llegará a la felicidad hasta que se elimine el Estado, cosa que sólo es posible en la sociedad comunista. Inclusive, en las sociedades socialistas hay elementos fuertes de corrupción. Lo veía, por ejemplo, en esos países socialistas de Europa, en donde los camaradas no podían hacer depósitos bancarios en el exterior. Es por ello que el socialismo disminuye mucho las posibilidades de corrupción. Y en Venezuela nunca se ha castigado a los corruptos. Recuerdo que cuando cayó Isaías Medina Angarita la junta de gobierno creó un tribunal de responsabilidad administrativa, allí designaron como miembro a un gran camarada nuestro, y hombre de gran honestidad, Eduardo Gallegos Mancera quien dio una gran batalla denunciando casos de corrupción. Fueron acusados y condenados Uslar Pietri, el hermano de Medina Angarita, también un coronel de apellido Rangel, quien luego supe que era el padre de José Vicente Rangel, y fue condenado por corrupción en 1946. Por tanto, no creo que en Venezuela se pueda castigar la corrupción.
NADIE DEBE PERPETUARSE EN LOS CARGOS
- ¿Ha crecido el PCV en los últimos años?
- Para ser sincero, no sé. Tenemos PCV en todas las regiones de Venezuela, a donde quiera que voy me encuentro con camaradas, no llevamos una contabilidad. Vendemos Tribuna Popular en todo el país, no hay otra publicación que tenga la misma divulgación que Tribuna Popular. Es un periódico que se fundó en 1948 y no ha dejado de existir en ningún momento, no sabemos cuántas ediciones hemos publicado desde entonces.
- ¿Por cuánto tiempo ejercerá la presidencia del PCV?
- Espero que no sea por mucho tiempo. Llegué allí por la muerte del camarada Pedro Ortega Díaz quien murió a los 91 años, y no sé si llegue a vivir tanto, ahorita tengo 87. Pero, tengo la tesis de que nadie debe perpetuarse en un cargo. Ya voy a cumplir los cuatros años en la presidencia del partido. Pienso que cuatro o cinco años son suficientes.
EXPANSIÓN MUNDIAL DEL COMUNISMO
- ¿En qué fecha se inició en la actividad política?
- Cuando regreso a Venezuela luego de haber estado en Trinidad, y después de la muerte de Juan Vicente Gómez, empiezo a interesarme por estas cosas. Recuerdo muy bien que cuando cayó la monarquía española, en 1931, leía los periódicos con gran interés. En Trinidad me interesaba mucho por la guerra en Abisinia, como se llamaba entonces a Etiopía, leía libros de venezolanos que estaban en el exilio. Todo esto me despertaba interés por la política. En 1936 regreso a una Venezuela en efervescencia y me vinculo al movimiento de la Federación de Estudiantes de Venezuela. Sin embargo, entro en el comunismo, que es la universidad mayor, en Caracas a comienzos de los años cuarenta. Es por eso que yo digo que entré al PCV de la mano de José Stalin, los triunfos del ejército soviético en la Segunda Guerra Mundial, principalmente en Stalingrado, fue una de las mayores victorias de la humanidad. Esa victoria me convenció a mí, así como a mucha gente, que la Unión Soviética no era lo que decía la propaganda enemiga. Desde ese tiempo empiezo a sentirme comunista.
- ¿Antes del PCV hubo otro partido en su vida?
- No, absolutamente. No he militado ni militaré en ninguna otra organización política que no sea el PCV.
- ¿Quiénes promueven su ingreso en el PCV?
- Ese es un aspecto curioso. Veía que el Partido Comunista estaba dividido en tres grupos y tenía amigos en los tres, compraba los periódicos de los tres. Me preguntaba por qué se peleaban entre ellos, y por qué sólo hablaban de la Unión Soviética y no se ocupaban de los problemas venezolanos. Justo al terminar la guerra, viajé a Francia y me encuentro ese gran Partido Comunista francés. Me conseguí con un camarada chileno que me vinculó con los camaradas franceses y entré, entonces, en una célula. Desde entonces no he dejado de militar en el PCV y soy comunista en cualquier lado del mundo, en Australia, en Japón. Ningún otro movimiento de ningún tipo ha logrado una expansión a escala mundial como lo ha logrado el comunismo.
- ¿Quiénes eran sus camaradas en esa primera célula en la que militó?
- Los nombres se me escapan un poco.
"NOS CONOCIMOS EN LA RAZÓN"
- ¿Cuándo y dónde conoció a Chávez?
- Nos conocimos cuando él escribía aquí en La Razón, éramos columnistas en el periódico. Sin embargo, debo decir que los cargos influyen mucho en las personas, debido al nivel de responsabilidades; y comprendo que él no puede actuar ahora tal y como lo hacía antes. Digo que si tenemos la fortuna de encontrarnos de nuevo, reanudaremos nuestra vieja amistad.
- ¿Desde cuándo no se reúne con el presidente Chávez?
- Tuve muy buenas relaciones con Hugo por los años ’96 y ’97, yo no sé si en ese entonces él ya pensaba en ser Presidente. Yo no lo veía como tal. En esos años se acercó a nosotros pero lo curioso es que apenas pisó Miraflores, parece que fue rodeado por una camarilla aislacionista y ya no hubo más posibilidades de verlo. Recuerdo que cuando se le otorgó a Tribuna Popular el Premio Nacional de Periodismo, en ese momento yo era el director y recibí el premio de manos de él, y me dijo: “Jerónimo, te debo una entrevista”. Yo le dije: “Sí, me la estás debiendo”. Bueno, esa entrevista nunca la hicimos. Y después no nos vimos más. Pienso que si ambos salimos vivos de donde estamos, quizás podremos encontrarnos y hablar de nuevo. Debo decir también que nunca he ido a un sitio oficial a buscar que me reciban, quizás soy demasiado orgulloso, pero no visito ministerios. Cuando mis amigos llegan a esos cargos, los congelo, y cuando salen de los cargos, reanudo la amistad.
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Semanario LA RAZÓN
Caracas, 12.07.2009
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